Por: Eduardo R. Lamadrid Aguilar, J.D., M.A.C.
Director de Iniciativas Multiculturales-Puerto Rico
Asociación Americana del Corazón
Hace más de un siglo, el escritor Nemesio R. Canales comentó que con el desarrollo de la tecnología llegaría un momento en que quizás el ser humano tuviera tiempo para interesarse sinceramente por lo que piensan y sienten los demás hombres y mujeres.
No cabe duda de que la actual gerencia de recursos humanos es una especie de reflejo de esa profecía de Canales porque, aún estando rodeada de tecnología, tiene la capacidad de interesarse por el bienestar y la promoción de los empleados; ¡claro que, aún así, no le sobra mucho tiempo!
Incontables empresas de diversas naturalezas, tamaños y estilos han hecho causa común con la Asociación Americana del Corazón, la más grande y antigua organización sin fines de lucro dedicada a la salud desde 1924. Su misión es construir vidas más saludables, libres de enfermedades cardiovasculares y ataques cerebrales; y esto no se logra sólo con decirlo, hay que vivirlo.
Quien cuida su salud de manera constante y preventiva, y tiene acceso a la atención médica necesaria es seguramente un empleado más productivo y satisfecho. Y la empresa que contribuye a la salud de sus empleados ya posee un requisito básico para convertirse en uno de los mejores patronos del mundo.
Con la orientación y guía de la Asociación Americana del Corazón, cualquier empresa puede:
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mejorar las opciones de comida y bebida de sus empleados,
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optimizar la calidad del aire compartido,
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educar en el automonitoreo y control de presión arterial, colesterol e ingesta de azúcares y sodio,
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orientar, mediante noticias sobre los más variados temas de salud cardiovascular y de los factores sociales que determinan el curso de la salud dentro de una comunidad.
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Incluso, puede contagiar su entusiasmo por la salud y la vida, beneficiando a familiares, clientes, suplidores e instituciones públicas o sin fines de lucro,
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evidenciar así su compromiso de responsabilidad social.
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Y, como si fuera poco, puede recibir reconocimiento público por los esfuerzos realizados.