Por: Annette Jimenez

 

La falta de actividad física es un factor de riesgo considerable para los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer (OMS). En el entorno laboral, el tiempo sentado prolongado contribuye a aumentar este riesgo. Es importante promover un espacio de trabajo que mejore la calidad de vida de sus empleados, reduciendo el riesgo de enfermedad y ausentismo.

 

Según Buck Consultants, una empresa especializada en estrategias de bienestar corporativo, el espacio laboral saludable se visualiza como un concepto amplio que mejorará la salud de los trabajadores, no solo de manera directa en el lugar de trabajo, sino utilizando el espacio de trabajo como un excelente punto de contacto con la salud. La encuesta realizada por esta empresa en 2009 encontró que la razón número uno para proporcionar programas de salud a los empleados en las compañías americanas, era “reducir los costos de los seguros y la atención a la salud”. Otras partes del mundo en cambio citan como razón número uno, mejorar la salud o la moral del trabajador y reducir el ausentismo. Esto nos lleva a enfatizar que las actividades de promoción de la salud en el ambiente de trabajo son importantes y deben ser seleccionadas teniendo en cuenta las razones correctas. La encuesta Buck del 2009 a grandes inversionistas encontró que entre los encuestados europeos, el 42% proporciona algún programa de promoción a la salud o bienestar a sus empleados. El programa más común fue el de proporcionar membresías para gimnasio/fitness (71% de los encuestados) y el menos común fue el de colocar maquinas expendedoras de comida saludable (15%).

 

La investigación ha demostrado que las políticas prevalentes en el espacio de trabajo impactan la conducta relacionada a la salud de sus empleados. Los lugares de trabajo libres de tabaco están asociados con un consumo diario más bajo entre los empleados y una menor prevalencia del fumar; y que, por el contrario, el incremento en el estrés en el espacio laboral lleva a incrementar el consumo de tabaco. Este es un ejemplo probado de cómo afecta el espacio de trabajo en la conducta relacionada con la salud personal.

 

Existe evidencia científica que apoya la práctica de las pausas activas en el entorno laboral como herramienta protectora contra los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer. Una pausa activa consiste en interrumpir el tiempo sentado, ponerse de pie y ejecutar movimientos corporales por un periodo de 4 a 10 minutos. Los movimientos están dirigidos a preservar el rango de movimiento de las extremidades, fortalecer los músculos del tronco, estirar los músculos del cuello, brazos y manos. Las pausas activas pueden acompañarse de música, que marca la cadencia de los movimientos y facilita la reducción de las tensiones del entorno laboral. Al tratarse de un espacio breve de tiempo, la pausa activa es una forma provechosa de mejorar el entorno de trabajo.

 

Para conocer más sobre este tema, participa en la Conferencia Anual de la Sociedad para la Gerencia de Recursos Humanos (SHRM-PR) del 12 al 14 de septiembre de 2018, en el Wyndham Grand Rio Mar, en Río Grande. Para más información, puede llamar al (787) 767-2141 o acceder www.shrmpr.org.